Tras acogerse a su derecho a no declarar ante los Mossos d’Esquadra, hoy está previsto que el mecánico que se negó a reparar el vehículo particular de un agente de la Policía Nacional declare en el juzgado número 3 de Reus por un presunto delito de incitación al odio.
Todo ocurrió el pasado 31 de enero, cuando la mujer del agente llamó a un taller de Reus para reparar su coche particular. Al saber que el cliente formaba parte del Cuerpo de la Policía Nacional, el mecánico rechazó la demanda y colgó el teléfono. Según la versión del mecánico, el mismo día de la llamada, el agente de la Policía Nacional se presentó al taller acusando al mecánico de “racista” y de fomentar el odio”. Además, siempre según la versión de Jordi Perelló (mecánico), el agente le dijo que “no me partía la cara porque mira.”
Tras la conversación subida de tono, dos patrullas de los Mossos d’Esquadra se presentaron en el taller, y el agente de la Policía Nacional denunció la situación. Aunque el mecánico no quiso declarar ante la policía catalana, en RAC-1 confesó que “lo hacía por principios”. Concretamente por las cargas policiales del pasado 1 de octubre en las que participaron agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Ahora la responsable del caso tendrá que determinar si Jordi Perelló cometió un delito de incitación al odio.
Font: GIRONANOTICIES.COM